Un Western de los grandes, parco en disparos, su excesivo metraje puede desanimar, incluso aburrir a los impacientes, pero los que realmente tengan ganas de disfrutar de una gran película, van a salir muy recompensados.
La película se basa en la historia del forajido Jesse James (Brad Pitt), que realizó, junto a su banda, asaltos y pillajes, después de participar en el bando confederado de la guerra civil americana (mal denominada así, pero ha pasado de este modo a los Anales Historia), el film se centra en la parte final de su vida, y en la traición de uno de sus hombres, el jovencísimo Robert Ford (Casey Affleck), que sentía una profunda admiración, casi enfermiza, por Jesse James, queriendo ser como él y llegar a tener su fama.
Todo gira en torno a su banda, en la que su familia, la Ley que lo perseguía, quedan en un segundo plano, pero en los momentos que aparecen dejan muy buen sabor de boca. Quiero destacar sin hacer ningún spoiler, que hay cuatro momentos en la película que son geniales, de diez.
Lo mejor: la genial actuación, una vez más de Brad Pitt, bordando la cambiante personalidad de Jesse James, y dejando uno de sus mejores trabajos para la posteridad, también está acompañado en lo más alto de los elogios por Casey Affleck, Sam Rockwell, Jeremy Renner... la banda al completo, bien escogidos y expresando con maestría, lo que el director quiere mostrar en cada escena. La banda sonora también tiene un papel destacado, creando la ambientación perfecta junto con la genial fotografía.
Lo peor: Excesivo metraje, se puede contar lo mismo, exactamente igual, en menos tiempo. En un par de momentos que decae bastante el ritmo de la película. Esto le baja un punto en mi modesta opinión, de no ser así, hubiese pasado a estar en el olimpo de mis western favoritos, y se ha quedado en un peliculón, pero rozándolos, repito una vez más que hay varios momentos que equivalen al mejor cine que yo haya visto, pero se queda muy cerca en conjunto.
Vaya sorpresa, y de las gratas, no me esperaba una película de tanto nivel, con unos niveles de tensión realmente altos, y excelentemente desarrollada, sabes como va a terminar todo, pero no cuando va a suceder, tiene unos duelos típicos del mejor western, sólo que son sin armas, son con unas miradas y un sentimiento expresado a la perfección. Gran trabajo del director Andrew Dominic. que nos regala momentos sublimes, con la elección y trabajo de los actores, fotografía y banda sonora.
Recomendada: sobre todo para verdaderos fans del western, o gente que disfrute de una película muy bien hecha.
Nota: 8'5/10
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