Crítica Infierno Azul

  Qué pocas expectativas y cuanto miedo teníamos de que resultase otra película cutre de tiburones, que alegría al saber que estábamos equivocados, por fin, una digna heredera de Tiburón, que bien lo hemos pasado.

 

La película nos pone en la piel de Nancy que viaja junto a otra amiga, a México para surfear e intentar superar la muerte de su madre, la amiga se queda en el hotel y nuestra protagonista se dirige, con un vecino del lugar, a que la lleve a la playa paradisiaca y secreta, que los turistas no conocen, sólo los lugareños y algunos surfistas profesionales. 

 

El director Jaume Collet-Serra, tiene poca filmografía y no muy valorada, exceptuando, para mi gusto, una pequeña obra maestra del cine, la huérfana. En esta ocasión, se nota una evolución, que había perdido, y es un film mucho más asentado y profesional, se nota que lo ha hecho gustándole y con mucha frescura.

 

    

 

El papel de Blake Lively (Nancy) nos ha sorprendido gratamente a todos, muy buena actuación, ya que es ella la que lleva toda la película.

 

Los personajes principales son tres, la protagonista, un animalito que enamoró a toda la Sala, y el tiburón, luego salen algunos personajes secundarios que amenizan el ritmo de la película, con buen nivel en general.

 

Lo mejor: La calidad visual de la cinta es excepcionalmente buena, la nitidez, y sí, el tiburón está hecho de vicio.
El ritmo es constante, no baja el pistón ni un segundo.
Los sustos, muy bien colocados, no te los esperas.
La escena al entrar en el agua por primera vez, con ritmo, buena música, genialmente filmada.


 Lo peor: En realidad la película no tiene nada malo en sí, todo funciona, quizás algunos pequeños matices, pero nada reseñable.
 

 

Recomendada para todos los fans de las películas de tiburones, y cine de aventura y supervivencia.

Nota: 8'5/10